Carolina Bustos, psicóloga y gerenta de nuevos negocios de Humana Consultores, conversó con RH Management sobre cuál es el rol de área de gestión frente al teletrabajo y los niños en casa. Acá algunas recomendaciones.
Desde el año pasado, en Humana Consultores venimos acompañando a diversas instituciones y empresas en la gestión de la crisis en medio de la pandemia. Entre los temas importantes que han aparecido está la contención emocional y la conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
En este marco, desde el principio vimos en muchas organizaciones una poca comprensión por lo que realmente implicaba el teletrabajo. Según Carolina Bustos esto se explica “por la fantasía que existía de poder replicar el trabajo en oficina, en casa, obviando que las instituciones que contribuyen al cuidado -jardines infantiles, salas cuna, colegios e incluso las personas que colaboran con los hogares en las tareas domésticas- estaban restringidas por las medidas sanitarias».
Así, muchas personas debieron asumir y generar una nueva dinámica familiar en este entorno. Sin embargo, las preocupaciones han estado diferenciadas por género, según cuenta la psicóloga, “las mujeres estaban preocupadas por lo doméstico, por el cuidado, por quienes estaban en el hogar, mientras que los hombres reclamaban no tener espacios adecuados para realizar el trabajo al interior de su hogar, por la falta de privacidad”, lo que refuerza los estereotipos de género.
Esto se explica en parte debido a que algunas instituciones, especialmente las más masculinizadas, tienen menos sensibilidad respecto de lo que significa el trabajo en casa para hombres y para mujeres “muchas de ellas otorgan mayor flexibilidad a las mujeres que a los hombres y entregan mayores exigencias a los hombres, reforzando así los estereotipos de género, ya que esto se traduce en menos tiempo para los hombres para colaborar en labores domésticas”, dice Bustos. De esta forma durante la pandemia los hombres han estado conscientes de lo que implican las labores domesticas, sin embargo, no hemos logrado llegar a la corresponsabilidad, es decir, a la distribución equitativa de tareas domésticas entre hombres y mujeres.
La experta cuenta que sí hubo organizaciones que reaccionaron muy temprano y vieron la necesidad de intervenir, implementando contención emocional desde el principio y, luego, adaptando las condiciones con enfoque de género, es decir, medidas flexibles para hombres y mujeres. Agregó que también es importante analizar las características sociodemográficas de la población de una organización para adaptar las medidas de acuerdo a casa situación, es decir, si se trata de familias monoparentales o de situaciones de personas mayores las medidas serán diferentes.
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«Lo que la pandemia nos ha mostrado es la crisis del cuidado y lo feminizado que está el cuidado, porque cuando una mujer no puede cuidar, cuida la hermana, cuida la madre, incluso cuida la hija, por lo tanto, vamos socializando tempranamente que el modelo del cuidado es femenino»
Carolina Bustos, Humana Consultores.
